En la actualidad está muy de moda el término “Ayuda Humanitaria”, entre otras cosas, porque aparte del otro termino repetido muchísimas veces en 2018 “Canal Humanitario”, hoy nuevamente el diputado “auto-nombrado” Presidente Encargado de Venezuela ha solicitado al gobierno de Estados Unidos y otros de Europa una Ayuda Humanitaria, según él para resolver la grave crisis que vive el país, provocada en una forma paradójica por estos mismos países que han implantado sobre el estado Venezolano, sanciones y medidas coercitivas que afecta el comercio y nuestra economía. Más adelante hablaremos de ello.

Pero me ha llamado la atención, que en distintos portales de noticias se logran ver contenedores de alimentos, medicinas y otras cosas más, sellados con el nombre USAID. Que para quien no sepa lo que es, por sus siglas en Ingles significa Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos; y aunque es una entidad dedicada a la Ayuda Humanitaria en el mundo, la misma desde el año 2009 forma parte de la Iniciativa Interagencial de Contrainsurgencia de Estados Unidos  junto al Departamento de Estado y el Pentágono, con oficinas de campo en 100 países en vías de desarrollo, que contrata con 3.500 empresas y 300 organizaciones privadas de Estados Unidos. En esta oportunidad cito textualmente una parte del libro “La Agresión Permanente” de Jean –Guy Allard y Eva Golinger:

 “…La contrainsurgencia es una operación militar contra grupos considerados “rebeldes” o insurgentes. Movimientos de izquierda han sido considerados por Estados Unidos como “insurgentes” desde los años cincuenta. Tácticas de contrainsurgencia incluyen el uso de un conflicto armado para fomentar subversión, operaciones psicológicas y sabotaje económico, para lograr neutralizar el adversario.

Si antes la CIA había utilizado a la Usaid como fachada sin que sus trabajadores lo supieran, hoy es de conocimiento pleno que la Usaid se incorpora a las iniciativas de contrainsurgencia contra movimientos y Estados considerados “adversarios” por Washington. Esta novedad la transforma de su mandato original de aportar ayuda humanitaria al mundo y la convierte oficialmente en una agencia de guerra.”

 Es decir, que en medio de una escalda de amenaza de guerra permanente por parte de los Estados Unidos contra Venezuela, los alimentos y medicinas que no llegan por vía del comercio común de nuestro país, debido a las sanciones y medidas que afectan nuestra economía, el mismo país que promueve dichas medidas coercitivas, quiere que esos mismos alimentos y medicinas lleguen mediante un caballo de Troya hecho de madera muy fina, casi que en forma de Poni con ánimos de traer mucho amor y democracia para con sus “adversarios”, no solo para quienes están en el Gobierno actual, sino aquellos que significan la izquierda popular o ¿insurgencia?. Algo así como por ejemplo: “tumbamos a maduro en medio de un conflicto interno que podamos crear y luego  aplicamos lo que hacen los gobiernos colombianos con los líderes sociales para acabar con todo rastro de comunismo”.

Esta situación de la Ayuda Humanitaria, no es nada más que un nombre, que a simple vista nos llena de mucha nobleza y complacencia por quien supuestamente quiere ser solidario y caritativo con nosotros (los pobres golpeados por la dictadura). Sin embargo, la desesperación que siempre ha tenido la oposición de Maduro en decretar una Ayuda Humanitaria o la apertura de un canal Humanitario desde Colombia (socio global de la OTAN), no ha sido un simple capricho. Puesto que este término guarda mucha fuerza en la comunidad internacional, en especial en los organismos multilaterales de carácter regional, caso específico de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) creada en época de la Guerra Fría para protegerse de la Unión Soviética, pero que luego de la disolución de la misma, aún se mantiene sin otra razón de ser que la de mantener su hegemonía militar para el control geopolítico de los Estados Unidos.

En fin, la historia registra, como se crea en el concierto de las Naciones Unidas otro termino definido como Responsabilidad de Proteger, doctrina aplicada ya en varias ocasiones, donde este organismo se vale de circunstancias adversas en los Estados que terminaron acogiendo el termino de Ayuda Humanitaria, para que a su vez, se activase la fulana Responsabilidad de Proteger, pero que nunca se definió tal protección y por eso terminó con protegerse los intereses de dichas potencias lideradas, como ya sabemos, por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica. Como quien dice: “no es concha de ajo, eso de la ayuda humanitaria”.

Hoy, el gobierno “platónico” de Juan Guaido, llama a una ayuda humanitaria para (abro comillas) “salvar al país” y que por supuesto se gane esa imagen frente al pueblo, del mesías honesto y salvador por traer con “con mucho esfuerzo” lo que necesita la gente en medio de la crisis  de alimentos y medicinas. Por el contrario, el gobierno legítimo y en pleno ejercicio del presidente  Nicolás Maduro, por todo lo ya anteriormente explicado, no tendrá más opción (con todo el dolor) que impedir la entrada a ese cargamento traído por la USAID, que contiene justamente lo que por vía propia del gobierno y del estado no ha podido conseguir gracias a las Sanciones unilaterales, al congelamiento de las cuentas internacionales, a la confiscación la estatal SITGO por los Estados Unidos, a la retención de las reservas en oro que hizo Reino Unido, al embargo comercial y al bloqueo financiero al que está sometido nuestro estado Venezolano (primero de manera encubierta y ahora abiertamente), para luego acribillarlo con la acción mediática de (abro comillas otra vez): “el dictador Maduro, no solo acaba con la economía y promueve hambre en su país, sino que ahora no permite la entrada a la noble Ayuda Humanitaria que solicito nuestro buen muchacho Juan Guaido; no le basta con reprimir al pueblo y violar los derechos humanos, también los quiere matar de hambrea, ya es suficiente, hay que intervenir”.  Como dicen por ahí: si no nos agarra el chingo, nos agarra el sin nariz.

Magno Alejandro Barros (Hijo).        Puerto Ayacucho-Estado Amazonas 05 de Febrero  de 2019